Sé que no he actualizado el blog como debiera ser, pero es compresible, mi tiempo se había reservado para estudiar y estresarme, ya todo eso se había convertido en una rutina de vida en los últimos 8 años, casi una década, y entre más lo pienso, más duele.
Luego de un año de estar en la universidad, aún con esa esperanza prometedora de terminar mi carrera en el menor tiempo posible, y que todo en la universidad iba a salir bien, comencé a escribir todo aquello que me ocurría en mi querido decanato, cada historia, cada evento, cada locura, ya que en esta universidad, y más aún estudiando esta carrera, todo es posible.
Pero cada vez iba siendo más difícil el hecho de pensar, y sobre todo esperar, aquel momento final cuando ya vas a salir de la universidad, sintiendo total incertidumbre con la situación que aún existe en la institución, no se sabía si un semestre iba a terminar algún día, o si la universidad iba a seguir abierta, sin nombrar la duración de los semestre que se convirtió en algo regular, 10 meses matan el animo de cualquiera.
Para escribir necesitas ánimos, necesitas motivos, y cada vez eran menos, y más que necesitar tiempo, esa era la verdadera razón por el cual actualizar el blog se convertía en una especie de masoquismo, ya que ponerse a redactar y luego leer todas aquellas cosas sobre la situación de la universidad y la lucha indefinida de los docentes, pues, terminar llorando era el punto y final de cada párrafo.
Pero ahora que ya estoy más cerca de llegar a mi meta, (sí, por fin!) solo me falta un par de pasos y dejaré de ser un estudiante de pregrado, orgullosamente formo parte del a Promoción 56 de Ingenieros Civiles de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA), donde salen los mejores Ingenieros Civiles Integrales de toda Venezuela, junto a esta alegría también celebro hoy, los siete años de mi blog.
Sin bases matemáticas, Factor Común Cero!
